+de 200 KM/H Bajo los fuegos de artificio, sobrevive un Vigo castizo que se recorre en un paseo ágil por sus avenidas y colinas. La Fábrica de Chocolate (arriba) es otra de las legendarias salas de conciertos que forman parte del Vigo reciente. El Sireno (abajo), una escultura de Francisco Leiro.