18.00 horas Una mirada al Románico 16.00 horas El corazón de la mística 14.00 horas Cocinando emociones en ÁVILA en ÁVILA Gastronomía del futuro. El jovencísimo equipo de Barro (arriba), el restaurante liderado por Carlos Casillas (que aparece en la foto, en primera fila, a la izda.). La cuna de la Santa. Sobre la que fuera casa natal de Teresa de Jesús, se construyó la basílica a ella dedicada (abajo). 14.00 horas Cocinando emociones A la hora de comer, conviene reservar en Barro, la novedosa pro-puesta de Carlos Casillas (que ya suena a estrella Michelin): un joven chef, formado en el Basque Culinary Center, devoto de la cocina apegada a la tierra. “Este restaurante bebe del pasa-do, cocina en el presente, pero mira al futuro. Porque creemos que Ávila habla de progreso, de un lugar donde ocurren cosas y es posible crecer”. Con platos kilómetro cero, llenos de sabores familiares y emocionales “que hacen apreciar el valor del terri-torio”, la libertad reina en este pequeño espacio (solo hay tres mesas) “donde el comensal es bienvenido a casa porque, al cerrar la puerta, puede sentirse como en la suya propia”. Restaurante Barro. Calle de San Segundo, 6. 16.00 horas El corazón de la mística Sería un pecado estar 24 horas en Ávila y no visitar, de algún modo, a su hija más ilustre. Las huellas de Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida como Teresa de Jesús, están presentes por toda la ciudad. Pero, en esta ocasión, hay que volver a los orígenes, a aquella casa donde nació y que hoy ocupa una basíli-ca y un convento fundado por ella misma. Está frente a uno de los lienzos de la muralla, cerca de la antigua judería, en una recoleta plaza rodeada de silenciosas callejuelas. En la cripta del edificio, se encuentra un sorprendente museo dedicado a la mayor mística espa-ñola, con valiosas obras de arte, manuscritos y libros referidos a la santa. Basílica y Casa Natal de Santa Teresa de Jesús. Plaza de la Santa, 2. teresadejesus.com 18.00 horas Una mirada al Románico Extramuros, mirando al lienzo de su muralla medieval, se alza uno de los edificios religiosos más bellos del románico y el góti-co español: la basílica de San Vicente. Piedras de granito caleño cobijan una de las joyas mejor guardadas de Ávila: un cenotafio policromado homenaje a los santos Vicente, Cristeta y Sabina, muy venerados desde hace siglos en la ciudad. En la cripta, a la que se accede por una escalera que cuenta con leyenda propia, hay una capilla dedicada a la virgen de la Soterraña cuya talla del siglo XV, según cuentan, era una de las favoritas de Teresa de Jesús.Basílica de San Vicente. Plaza de San Vicente, 4.