18.00 horas De ruta por un paisaje del Jurásico 16.00 horas Mantecados y otros dulces 14.00 horas Aquellas recetas de toda la vida en Antequera En Arte de Cozina, la chef Charo Carmona (arriba) recupera los sabores tradicionales de la gastronomía de Antequera. Los dólmenes de Antequera (abajo) forman uno de los conjuntos megalíticos más importantes de Europa. 14.00 horas Aquellas recetas de toda la vida Los viajes en el tiempo dan hambre. Y, para comer bien, hay que acercarse hasta la casa de Charo Carmona, que lleva décadas al rescate de viejas recetas locales. “Ahondamos en las raíces de la zona para recuperar lo que se ha comido toda la vida”, explica la chef, que dirige Arte de Cozina, el restaurante más aclama-do y reconocido de Antequera. Ramos sostiene que la gastrono-mía está hoy a merced de modas: “Antes se sabía dónde estabas por lo que comías. Ahora se come lo mismo en todos los sitios”. Por ello disfruta remarcando la identidad local a base de platos tradicionales. Entre los más singulares están la porra blanca y la de naranja, variedades del plato antequerano por excelencia: la porra, a base tomate, pan y aceite y con características muy similares al salmorejo cordobés. En el menú hay hueco para el ajoblanco de haba seca o un aguaíllo –una especie de gazpa-cho con agua fría, aceite, vinagre, sal y un picadillo de pepino o lechuga, que repone energías–. “Era lo que tomaba mi padre cuando volvía de trabajar en el campo”, recuerda Carmona, cuya cocina tiene una especial conexión con el pasado. Arte de Cozina. Calle Calzada, 27. 16.00 horas Mantecados y otros dulces Los mantecados, el dulce más tradicional de este rincón de Andalucía, también logra la unión con tiempos pasa-dos. Son típicos de la Navidad, pero a finales de verano su aroma inunda ya las calles del casco urbano, a medida que las fábricas comienzan su trabajo. Una de ellas es La Antequerana, con una coqueta cafetería en la que tam-bién probar otros dulces de la zona, como el bienmesabe antequerano. Tras el merecido café, toca, de nuevo, pasear. “Muchas de las antiguas casas solariegas tienen su zaguán abierto para que se pueda ver el patio interior”, recomienda Charo Carmona, que define a Antequera como “un pue-blo grande o una ciudad pequeña que conserva el espíri-tu de un sitio tranquilo”. Los arcos del ayuntamiento son también una delicia y, a su lado, la iglesia de Los Remedios da una idea del patrimonio religioso antequerano, como la iglesia del Carmen, que para José Escalante alberga “el mejor retablo barroco de Andalucía”. No hay que perderse el monasterio de San Francisco, el más antiguo de la ciu-dad, ni las vistas desde la ermita de la Vera Cruz.La Antequerana. Calle Merecillas, 16. 18.00 horas De ruta por un paisaje del Jurásico El Torcal de Antequera es una de las mejores excursiones en la zona y se alcanza a pocos minutos en coche. Este espacio pro-tegido alberga singulares franjas rocosas que conforman un laberinto kárstico lleno de recovecos. Llaman la atención las formaciones con parecidos a animales, figuras humanas u obje-tos cotidianos, como El Tornillo, declarado monumento natural. Sorprende, además, hallar fósiles de amonites, curiosos anima-les marinos que vivieron aquí hace unos 400 millones de años y recuerdan que esta zona, hoy a 1.300 metros de altitud, estu-vo entonces bajo el mar. Hay dos rutas fáciles de seguir. La de color verde se realiza en apenas 45 minutos. La amarilla, ocupa poco más del doble. Ambas son aptas para toda la familia. “No me canso nunca: es como trasladarse a otro planeta”, cuenta el director Centro de Visitantes Torcal Alto, Jorge Alegre, que rela-ta que hay personas que deambulan por la zona un rato y otras que, en cambio, la recorren durante todo el día. Desde su mira-dor natural el atardecer es digno de redes sociales. El Torcal de Antequera. torcaldeantequera.com