La Semana Santa más antigua de Granada Su riqueza cultural y artística convierten a Loja en un referente de esta tradicional celebración. Un ejemplo único que perdura desde hace más de cinco siglos. club renfe para Loja Para más información: lojaturismo.comhermandadesycofradiasdeloja.com Seguir leyendo Escanea el QR para conocer toda la oferta turística de Loja. Entre ella, su Semana Santa. Fue un 29 de mayo de 1486 cuando las tropas cristia-nas, encabezadas por los mismísimos Reyes Católicos, tomaron la plaza de Loja. La llegada, en aquellos pri-meros momentos, de órdenes religiosas como la de los Franciscanos marcaron un antes y un después, que haría crecer y dar forma a la Semana Santa lojeña que hoy conocemos. No solo es la más antigua de la provincia de Granada, sino que además también es Fiesta de Interés Turístico de Andalucía desde 2003, debido a las originales figuras que la componen, como es el caso de los incensarios (en la foto), horquilleros, tam-bores, pediores, el tío Puche o los niños seases. Doña Emilia Pardo Bazán, aristócrata, escritora, catedrática y segunda Condesa Pontificia, visitó Loja durante la Semana Santa de 1905. En ese momen-to fue cuando escribió un artículo en La Ilustración Artística, número 1.219, en la pág. 298, el 8 de mayo de 1905, con el título de ‘Visita a Granada’, elogiando a sus amigos Leopoldo Eguílaz y al duque de Valencia por haber pasado unos días maravillosos tanto en Granada como en Loja, donde había visto a unos incensarios, que ella llamó “turiferarios”, y que tan-to le gustaron y asombraron, así como a unos após-toles. A los incensarios los describió así: “No sé si los «incensarios» salen en otras procesiones de ciudades de esta misma región. Si sólo en Loja puede vérse-les, declaro que ellos merecen el viaje”. La riqueza cultural y artística de esta Semana Santa reside en los matices que la hacen única con respec-to a otros lugares de la geografía nacional y andaluza, sin desmerecer las tradiciones de ellas. Los incensa-rios son la figura más relevante y mística, ya que no se conocen en otros lugares del país. Este grupo de ocho miembros, denominados “corrías”, no deja indiferente a nadie tanto por su bella uniformidad, en la que destacan los “morriones” elaborados con abalorios, como por su propio ceremonial de cante y movimientos que avientan el incienso. Otros momentos de esta semana dignos de ser vividos son La Corriílla del Viernes Santo, los Tambores Puche, los Tambores Negros del Silencio, los Apóstoles o los Pediores y las subastas de Cuaresma.