eMPRENDEDORES Texto JAIME LORITE Eduardo Rodríguez LAS TELAS DE LA MANCHA Seguir leyendo es la proporción de tejido de Eturelque, según Eduardo Rodríguez, procede directamente de telas tradicionales, con un 20 o 30% restante modificado y modernizado por él. 80% El creador de la firma Eturel buscaba poner en valor los tejidos de nuestras abuelas, y ha conseguido popularizar estos estampados tradicionales. De las cortinas, los refajos de los trajes y los vestidos que acompañaron a Eduardo Rodríguez (Toledo, 1985) durante su infancia en el pueblo manchego de Tembleque es de donde bebe Eturel, la tienda-taller de decoración artesanal que tiene en Madrid, en el barrio de La Latina. “Toda la vida me he criado con esos tejidos. Aprendí a coser y a realizar algunos productos con ellos, había trabajado en moda y quería hacer algo que se saliera de la norma”, explica. Eturel, como marca, nació hace cuatro años. Si bien no trabajan con un telar 100% manual (“si lo hiciéramos, los precios serían altísimos y nos costaría mucho adaptarnos al poder adquisitivo de la gente joven”, indica Rodríguez), utilizan un sistema semiindustrial, mediante el que modifican y generan telas inspiradas en la tradición. “Compro tejidos que forman parte de la cultura española, por ejemplo, telas de La Alpujarra de Granada, tejidos de Canarias, que son una explosión de color y personalmente me gustan mucho, o, por supuesto, los tejidos manchegos, a los que damos una nueva vida”, dice el emprendedor toledano. De ese repensamiento surgen mantelerías, cojines, neceseres... que han seducido a un amplio espectro de público de, estima Rodríguez, entre 30 y 50 años: “Son gente que tiene casas muy modernas y quieren algo de tradición como recuerdo de su infancia”. También muchos turistas internacionales se interesan por los característicos tejidos de Eturel. “Muchos clientes que vienen aquí se quedan tan enamorados que continúan comprando online. Nuestro objetivo ahora, a base de trabajo y constancia, es abrirnos al mercado extranjero”.