CANFRANC / 1928 Foto: © Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril de Madrid. Francisco de las Heras. SIEMPRE EN VANGUARDIA 18 de julio de 1928. El rey Alfonso XIII y Gastón Doumergue, presidente de la República Francesa, son testigos de la inauguración de la estación de Canfranc (en la imagen). Un bello edificio modernista que se convertiría en la segunda estación más grande de Europa. Con 241 metros de longitud, 150 puertas y 350 ventanas, ese día empezó a transitar el primer tren español a Francia, tras sortear los Pirineos por el túnel de Somport. Una estación cerrada al tráfico hace más de medio siglo, pero que conserva su hueco en la historia. Y es que, durante la Segunda Guerra Mundial, por ella pasaron toneladas de oro que los nazis expoliaron a los judíos. Años antes, en la Guerra Civil española, aquel túnel fue tapiado por el bando nacional para evitar cualquier incursión francesa a la península ibérica. Declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento por el Gobierno de Aragón en el año 2002, la estación internacional de Canfranc –obra de Fernando Ramírez de Dampierre– se ha convertido recientemente en un hotel de lujo.