13.30 horasCuestión de duende 11.00 horasDonde reina la Faraona 12.30 horasUnos ‘calentitos’, por favor En primavera, abrirá sus puertas en el corazón de la ciudad el Museo de Lola Flores. Lola Flores © Cortesía González Byass. Estación de Tren © Joe Benning / Alamy Stock Photo. La estación de Jerez merece que el viajero dedique algo de tiempo a descubrir su interior y disfrutar su admirable arquitectura. Lola Flores posa junto a su bota firmada en la bodega González-Byass. 11.00 horas Donde reina la Faraona Al llegar a la estación de Jerez (una joya que combina el his-toricismo renacentista con elementos mudéjares y precio-sos azulejos), resulta fácil imaginar a la joven artista Lolita Imperio de Jerez, en 1940, corriendo por el andén junto a su madre a punto de coger el tren rumbo a Madrid, con un contrato en la maleta para rodar la película con la que debu-tó en el cine, Martingala. Tras aquel viaje nació una estrella, Lola Flores. Callejear unos minutos hasta el barrio de San Miguel —uno de los más flamencos del mundo, con hijos tan ilustres como el guitarrista Paco Cepero o la cantaora La Paquera— sirve para descubrir los primeros pasos de la Faraona; de hecho, en la calle del Sol, se encuentra su casa natal. Y cerca, frente al palacio de Villapanés, se alza la esta-tua que le dedicó el escultor Víctor Ochoa. Casa natal. Calle del Sol, 45. Escultura de Víctor Ochoa. Plaza de la Cruz Vieja. 12.30 horas Unos ‘calentitos’, por favor Uno de los placeres más sencillos que se pueden disfrutar en Jerez de la Frontera es, sin duda, el de tomar unos churros con chocolate, conocidos popularmente como calentitos. La plaza del Mercado de Abastos, que tantas veces recorrió Lola Flores de niña, agrupa un buen puñado de churrerías, algu-nas con terrazas desde las que contemplar el ambiente bulli-cioso del corazón de la ciudad. El propio mercado merece una visita, ya que se trata de un edificio de estilo neoclásico, con fachadas en piedra, decoradas con cerámica vidriada y con puertas que conservan las rejas de hierro de cuando fue construido. Una recomendación: antes de seguir los pasos de la Faraona, no está de más comprar unos churritos para llevar mientras paseamos, sin prisas, contemplando plazas como la del Arenal y calles tan emblemáticas como la Larga. Mercado Central de Abastos. Calle Doña Blanca, 8. 13.30 horas Cuestión de duende Mundialmente famosa, como Lola Flores, es la bodega González-Byass, con la que la artista mantuvo una estre-cha relación: además de firmar una de sus botas, pertene-ció a la Hermandad del Tío Pepe de Oro. “Como la ciudad, el carácter de Lola está influenciado por la luz y la alegría”, dice Antonio Flores, enólogo de González-Byass. “¿Un vino que la represente? Nuestro palo cortado, porque es miste-rioso y se sale de lo establecido. Igual que ella, un alma libre en un tiempo donde no era fácil que una mujer hiciera lo que le diera la gana. Como ese vino, rebelde e inexplicable, fue bendecida con un don, el duende”. Para comprobarlo, hay que recorrer las distintas estancias de la bodega, sabo-rear la gastronomía jerezana en el restaurante o hacer noche en el hotel Tío Pepe, con vistas a la catedral. Bodegas González-Byass. Calle Manuel María González, 12.