+de 200 KM/H Seguir leyendo La artista italiana Giovanna Dopalco en Pelo di Cane Estudio, su taller en Travesía Mariñas. Allí trabaja para el cine de animación como concept artist y a la vez produce sus particulares piezas cerámicas. La artista italiana Giovanna Dopalco en Pelo di Cane Estudio, su taller en Travesía Mariñas. Allí trabaja para el cine de animación como concept artist y a la vez produce sus particulares piezas cerámicas. Inditex, ese negocio de batas que se ha convertido en un gigante multinacional con acento gallego, ha crecido tanto des-de la aldea de Arteixo que ha poblado de lleno la ciudad. Ya no es solo la legión de estilistas, diseñadores, fotógrafos y artistas internacionales que mueve el músculo del gigante textil la que empuja una urbe nueva. Es ya una inercia imparable la que afina el ojo y el gusto de la ciudad de la Torre de Hércules, la cerveza Estrella Galicia y La Domus-Casa del Hombre, aquel sueño del arquitecto japonés Isozaki para un museo interactivo del mundo que toma impulso con los embates del mar. Diseño gráfico global con peso local “Esta ciudad está viva y en crecimiento, con todo lo bueno y malo que eso conlleva”, dice Alberto Carballido, el dise-ñador gráfico madrileño de raíz gallega al frente del estudio Novagarda (Orzán, 186), que impulsa proyectos que van des-de la cestera Idoia Cuesta, nueva niña favorita de Loewe, hasta la enocultura tradicional y la transformación del paisaje. Desde Novagarda, Carballido y su socio Iago Barreiro ima-ginan una Galicia “respetuosa consigo misma, que mira hacia adelante sin complejos, sabiendo de dónde viene y cuáles son sus raíces, capaz de reinterpretarse sin perder su identidad y fortaleciendo sus virtudes”. Su propuesta quiere enriquecer de matices un lugar que “esté orgulloso de su propio talento”. En este “reconstruir sin destruir”, el diseñador gráfico se reconoce en una A Coruña abierta, “con gente de muchas nacionalidades y sensibilidades” que establece redes dinámicas “donde com-partir ideas y dialogar sobre el presente y el futuro que necesi-tamos”. Y aunque entusiasta, se muestra cauteloso: “Los creci-mientos que solo valoran el hoy suelen desplomarse mañana”. Nuevo urbanismo para unir los barrios Desde un edificio emblemático proyectado por el arquitec-to modernista Antonio Tenreiro, Leticia Eirín, profesora de Literatura de la Universidade da Coruña, dirige Normal (Paseo de Ronda, 47), contenedor de proyectos artísticos y culturales contemporáneos, de las artes visuales a la música. Eirín no duda de que esta península que se adentra en el mar “marca el ADN de las personas que la habitan” y ve A Coruña como “una ciudad muy cosmopolita”, determinada por la existencia de una escuela de Arquitectura, “que ha generado no solo importantes estudios de profesionales, sino toda una red de negocios e iniciativas diversas lideradas por arquitec-tas y arquitectos de formación, a los que se transmite el amor y el gusto por la armonía y el diseño”. Basta darse un paseo para conocer toda una hornada de creadores que repiensan la ciudad desde nuevas perspectivas, buscando un punto nuevo entre el pasado decimonónico, el feísmo expansionista y el gigantismo grandilocuente. Aquí podríamos situar a Luis Manuel Santalla, que con su estudio colectivo Flu-or (Ángel Rebollo, 88) propone una mirada integradora que va mucho más allá de la edificación y llega hasta el mobiliario. Desde Flu-or reconocen que esta ciudad, que parece haberse desarrollado pensando en el automóvil, “está haciendo grandes esfuerzos por humanizarse” gracias a las peatonalizaciones, el carril bici o la apertura parcial del puerto interior. También quieren ver brotes verdes en los pla-nes de interconexión entre distintos barrios, de distinta iden-tidad, que plantea un reto a la hora de pensar en una imagen uniforme de la ciudad. Para ellos, el frente marítimo de Riazor y Orzán “se está convirtiendo en un espacio para pasear, correr y andar en bici”, mientras el frente atlántico de la ciudad sigue siendo “un reto urbanístico pendiente”. Muebles nórdicos y fotolitos En el ecosistema de diseño de la nueva A Coruña caben gen-tes y propuestas como Lacón con Grelos (Antonio Noche López, 22 Baixo), un particular estudio de serigrafía y risografía en fotolitos con taller propio y espacio expositivo, que le da a A Coruña un toque de vanguardia vintage. En la misma onda emite Manchea (Touro, 16), imprenta tradicional que reivin-dica la tipografía móvil “como proceso lento, llamativo y arte-sanal”, con el libro en el centro. “Nos gustan como objeto, las texturas, la hendidura de los tipos de plomo” es la declaración de principios de sus responsables. Entre sus rarezas, edicio-nes exclusivas con portadas de papel hecho a mano por ellos mismos, con algodón y materia vegetal recogida en los mon-tes de alrededor, como Porca terra, de John Berger. Bajo este paraguas caben igualmente los pioneros Montegrappa (Orzán, 30) tienda de muebles nórdicos y estu-dio de interiorismo que une a artesanos de Galicia con otros de Portugal y el resto de Europa. Un rara avis que encuentra semejantes en propuestas como Varaston (Pío XII, 1), primera utilería de la ciudad. “Es una tienda de productos atemporales, donde el diseño funcional se une a la utilidad, belleza y cali-dad”, describe Eva, su dueña. Allí se puede encontrar desde papel de Armenia hasta mantas de lana o una sinfonía de loza en peltre. “Creemos en la historia de los objetos y en el vínculo que establecen con las personas, mejorando incluso su vida”, asegura. Un amor por el detalle que también distingue las obras de la diseñadora Carla Souto, que busca “un consumo cons-ciente que cuente una historia en cada pieza”. Puente invisible que lleva al taller de cerámica de Giovanna Dipalco, Pelo di cane (Travesía Mariñas, 1). Allí, conjuga sus ilustraciones de animales fantásticos, liga-das a un universo femenino, con la cerámica. Giovanna lamenta el cierre del Museo de Arte Contemporáneo e inten-ta, con su obra, conjugar la arquitectura y la cerámica. Unir, en definitiva, la ciudad invisible.