Tras las huellas industriales en Álava Una forma original de descubrir la provincia, sus paisajes, su cultura y su historia. Una ruta en el tiempo: del pasado fabril más reciente a los ancestros de las salinas. club renfe para Diputación de Álava Seguir leyendo Las salinas del Valle Salado de Añana están reconocidas internacionalmente dentro de la Red Europea de Patrimonio Industrial como espacio de “importancia excepcional”. Álava posee un rico patrimonio industrial que permite conocer y disfrutar de la provincia de una manera distinta. Minas que abren sus puertas tras un siglo de silencio, vías férreas convertidas en espacios de ocio, museos que narran la historia de los naipes y valles salados que llevan extrayendo oro blanco más de 7.000 años. Os proponemos un recorrido por el pasado industrial de Álava a través de las comarcas de Montaña, Llanada y Añana, pero también un viaje temporal desde el pasado industrial más moderno hasta el más ancestro. Mina Lucía: la tierra llora asfalto Hay que llegar hasta la localidad de Atauri, junto al Parque Natural de Izki. Esta mina de asfalto natural, cuya vida arranca en 1872, es la única en el mundo que se puede visitar junto a otra en Suiza. El tesoro que guarda en sus entrañas son las lágrimas negras de asfalto que manan de sus paredes. Mina Lucía ofrece un recorrido por sus galerías para ver y conocer dónde y cómo trabajaban los mineros en aquella época. arabakomendialdea.eus Vía Verde del Ferrocarril Vasco-Navarro: un ejemplo a seguir Aquí la historia se convierte en atractivo turístico y cultural. Inaugurado en 1889, el popular trenico atravesaba parte de la provincia para unir Bergara (Gipuzkoa) con Estella (Navarra). A lo largo de sus 300 kilómetros, fue vehículo para el desarrollo económico e industrial de la zona desde finales del XIX y principios del XX, ya que se utilizaba para transportar materiales de las minas. Ahora, sin el trajín ferroviario y con el apogeo del ecoturismo, esta Vía Verde ofrece la oportunidad, en un entorno de una belleza natural sin parangón, de disfrutar de las huellas del viejo tren: estaciones rehabilitadas o abandonadas, túneles, puentes… viaverdevasconavarro.com Museo Fournier de Naipes: una apuesta segura Visita obligada para los amantes de la historia, la cultura y los juegos de cartas. Durante el funcionamiento de la fábrica de naipes Heraclio Fournier, la ciudad alavesa fue la capital mundial en la elaboración de cartas. Fournier se estableció en Vitoria-Gasteiz allá por 1870, procedente de su Burgos natal. El punto de partida fue una pequeña imprenta dedicada a la venta de objetos de escritorio. Y el germen del proyecto fue la impresión de tarjetas, etiquetas, membretes… Hasta convertirse en santo y seña de la ciudad. fourniermuseoabibat.eus Barrio obrero de Zaramaga: testigo de la historia laboral Sin salir de la capital alavesa, es interesante visitar los antiguos barrios obreros construidos a mediados del siglo XX para albergar a los trabajadores y a sus familias en los años del desarrollo industrial. Es el caso del de Zaramaga, en el que sus viviendas rememoran el día a día de una parte de la ciudad que vivía al ritmo que marcaban fábricas y talleres. Valle Salado de Añana: viaje al pasado Llegar aquí es retroceder en el tiempo. Con sus más de 7.000 años de historia, es ejemplo de cómo ha perdurado la producción de sal durante siglos. El viajero descubrirá las eras de sal y los canales de transporte de agua salada, elementos arquitectónicos tradicionales… El valle es considerado lugar de “importancia excepcional”, por lo que ha logrado la distinción Anchor Point, que concede la Red Europea de Patrimonio Industrial a los espacios industriales más relevantes. vallesalado.com