Seguir leyendo Sevilla ya huele a azahar En marzo, la capital hispalense se prepara para sus fiestas más populares: la Semana Santa y la Feria. Comienza la primavera y el buen tiempo invita a disfrutar de la calle. club renfe para SEVILLA Más información: visitasevilla.es Primera imagen, basílica de la Macarena, uno de los templos preferidos de sevillanos y visitantes; Segunda imagen, tapa de garbanzos con espinacas. El 21 de marzo comienza oficialmente la primavera, una de las fechas más esperadas, ya que suben las temperaturas y comienza el buen tiempo. Pocos días después, el 26 de marzo, añadimos una hora de luz, lo que significa realizar más planes al aire libre. La esta-ción de las flores, en Sevilla, tiene un matiz especial porque la ciudad se inunda de vida, se impregna de su inconfundible olor a azahar y se celebran sus fies-tas más populares y famosas en todo el mundo: la Feria y la Semana Santa, ambas en abril. Visitar Sevilla en marzo es disfrutarla en la mejor época del año, cuando la ciudad se prepara para estas festividades. Muchas hermandades ultiman los detalles para la Semana Santa en los propios templos, así que es una buena oportunidad para admirar con tranquilidad las magníficas tallas y escul-turas que procesionan cada año, y todas esas pie-zas de orfebrería y bordados que adornan los pasos. También, algunas cofradías realizan actividades para-lelas y hay diferentes exposiciones de carteles y foto-grafías. La mayoría de las iglesias tienen acceso libre. Pocos saben que marzo tiene una estrecha rela-ción con la gastronomía sevillana. Este mes se cele-bra la Cuaresma, que este año va del miércoles 22 de febrero hasta el jueves 6 de abril. Este periodo está destinado a la preparación espiritual de la fiesta de la Pascua y es tradición no comer carne los días de vigi-lia. De ahí que muchos platos locales estén hechos con pescado, legumbres o verdura. Algunos ejem-plos son los garbanzos con espinacas, las tortillitas de camarones, las pavías de bacalao frito, el pisto o las torrijas, los pestiños y la leche frita. Pero, sin duda, el plan que más apetece en marzo consiste en disfrutar del ambiente que se respira en la calle. Las terrazas empiezan a llenarse al medio-día y las noches, más agradables, invitan a pasear por los rincones más conocidos de la ciudad, así como a descubrir los más desconocidos.