ESTACIÓN DE CARTAGENA / 1906 SIEMPRE EN VANGUARDIA Seguir leyendo En 1903 comenzaron los primeros trabajos de cimentación de la estación de Cartagena. Sí, ya habían pasado cuatro décadas desde que el 1 de febrero de 1863 se pudiera abrir el tramo ferroviario que unía Cartagena y Madrid, y que se completó, por cierto, en la llamada “década ferrocarrilera española”, época en la que se construyeron los grandes ejes ferroviarios españoles. Y es que, estratégicamente, Cartagena contaba con una situación de privilegio, tanto por su puerto como por las explotaciones mineras de su sierra cercana. De ahí que la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA) considerara prioritario conectar esta ciudad con la capital española. Durante cinco años se prolongaron las obras (en la imagen) de la construcción modernista que albergó una estación considerada de “primer orden”, distinción reservada a las ciudades consideradas más importantes, y que, gracias a ello, lograban que sus edificios mostraran, también arquitectónicamente, la relevancia que la empresa les concedía.